El amor hasta la muerte

El primer día que yo me enamoré fue cuando era apenas una niña, estaba con una amiga y un primo. Esa noche me pareció una noche mágica, estábamos en la plaza, la primera vez que me habló y la primera vez que me miró él estaba con su mejor amigo y a él le gustó mi amiga y a mí el mejor amigo, porque en verdad no me había fijado en él al principio pero pasando los años y los días los meses él se hizo mi mejor amigo, era mi hermano, mi amigo, mi familia, era mi escudo, siempre me defendía de las persona que me pegaban, que me hacían llorar.

Con el tiempo yo empecé a sentir cosas por él, nunca se lo dije, un día lo intenté pero no pude, siempre que estaba con él me sentía alegre, feliz, como en un cuento de hadas, pero nuca me atreví a contarle que yo lo quería o que me gustaba por tenía miedo de arruinar lo que teníamos, era como una cosa que nunca yo soñé haber tenido. Él me decía que me quería pero era el único que me conocía mejor que nadie.

Un día jugando con nuestros amigos que teníamos en común estuvimos jugando y él le dio un beso a otra chica sabiendo esa chica lo que yo sentía por él me sentí rara al ver darle un beso a ella y no a mí y la cosa mas chistosa que todas las persona que nos conocían sabían que me gustaba, lo sabían sus amigos, sus primos y mis primos e incluso mi hermano sabía que a mi me gustaba pero él era el único que nunca se dio cuenta o nunca pescó los rumores.

Pasaron los días, me alejé un poco de él, conocí a otras personas que daba la casualidad de que también lo conocían a él, y un sábado mi mamá me dice que el amigo que siempre andaba conmigo estaba muerto. No expliqué bien qué amigo era porque mi mamá no se sabía los que yo hasta el día de hoy tenía, le pregunté a mi mejor amiga y tampoco supo decirme, salí a investigar qué amigo era y me encontré con un amigo que me dijo qué amigo, era Cristian, así se llamaba  mi amigo y mi primer y último amor. Me sentí fatal y del día que nos conocimos hasta hoy estoy enamorada de él de mi primer amor, y siempre me acuerdo de él. Me sentí como muerta en vida.