Valora lo que tienes

Bueno mi historia comienza así, en el año 2011 conocí a una gran persona, que compartía momentos muy gratos conmigo, éramos muy buenos amigos de esos que se cuentan todo, que se complementan y se molestan sin enojarse.

Él es mi vecino, vive a dos casas de mi casa, nos veíamos siempre, nos conocíamos desde siempre; él más antes tuvo sus enamoradas pero con ninguna duró más de 5 meses; yo también y bueno yo salía de una ruptura, me había propuesto no enfocarme en el amor aunque en esa etapa de mi vida no conocía que era el amor, solo eran gustos.

Derek, ese es su nombre; empezó a gustarme y me sentía en realidad muy confundida por lo que sentía hacia él, él es ese tipo de hombre noble, bueno, cariñoso, atento tiene todas las cualidades de un hombre perfecto. Teníamos una relación de amigos que duró cuatro años o por ahí, me di cuenta que me gustaba mucho y me armé de valor porque también había notado que él era muy cariñoso conmigo pero a la vez tímido, y se lo dije, le dije que me gustaba; él es 4 meses menor que yo, y bueno se lo dije; me sentía muy nerviosa y al oír que yo también le gustaba se encendió algo en mi corazón; fue todo tan bonito porque ambos éramos como unos niños que no sabían lo que hacían ni sabían cómo terminarían.

Al día siguiente me dijo lo que sentía por mí; me dijo que quería estar conmigo; para mí fue algo muy bonito porque lo quería demasiado, y acepté. Todo marchaba bien, pero poco a poco mis celos empezaron a surgir, lo lastimaba, lo hería con mi inseguridad, pero lo amaba y era el miedo lo que me hacía reaccionar así. Derek siempre estuvo conmigo en los peores momentos, aunque yo no quería verlo, él siempre estuvo allí para mí.

Los meses pasaban, los años pasaban; los momentos cada vez eran más intensos, la confianza era cada vez más grande; y a la vez mis celos eran cada vez más tormentosos, pero Derek nunca dijo nada, solo accedía a lo que yo decía, tal vez por eso yo no me daba cuenta de lo mal que me portaba. Yo sabía lo que tenía, sabía que el hombre que estaba a mi lado era muy bueno y era tal vez el mejor, he allí mi miedo, ese miedo de perder lo más bonito que tienes. Las peleas empezaron a brotar, mi inseguridad crecía y él solo aguantaba todo, y me calmaba dándome besos y abrazándome, diciéndome cosas hermosas, él no salía, no tomaba, solo estaba conmigo.

No valoré todo lo que tenía, pero nunca dejé de amarlo, solo tenía miedo y estaba cegada por mis celos. Y los momentos buenos nunca faltaban, compartíamos muchas cosas juntos, él me amaba, y yo también lo amaba; pero poco a poco su actitud por fin empezó a cambiar, él no era el mismo, tal vez se haya dado cuenta que yo le hacía daño, y que las peleas eran cada vez más seguidas; y al cumplir los tres años con 4 meses en abril terminó conmigo.

En ese momento yo no sabía la razón, estaba totalmente mal, no tenía ganas de hacer nada, sentía que mi vida se estaba yendo, lo noté decidido, su rostro no era el mismo, sus ojos ya no reflejaban lo mismo, ese día él no quiso verme, yo lo llamaba, me contestaba y era tan duro porque escuchar un :no, no puede ser, lo nuestro ya no puede seguir..  y dentro de ti odiarte y tener una impotencia por no poder ir detrás de él. Yo lo llamaba todos los días, era muy masoquista y lo sigo siendo, para mí era una pesadilla, mis noches no eran las mismas, sentía que no era cierto, sentía que mi Derek al día siguiente me iba a llamar y me iba a decir, ‘Hey princesa, despierta’ pero al despertar y darte cuenta que no era una pesadilla, duele.

Pasaron una serie de problemas más, él ya no quiso verme, me dijo que no me amaba, que se sentía mal, pero para mí era imposible que no me amara si hasta antes de que me terminara me decía lo contrario. Los días en la universidad eran horribles sin él, íbamos todos los días juntos a la universidad, nos esperábamos después de clases, y conversábamos todo el camino sobre nuestro día.

Él ya no quería saber nada de mí, nada. Me pidió que no lo buscara, que no quería verme, y no entendía por qué. Lo hice, ya no lo volví a buscar hasta su cumpleaños en mayo, le envié un mensaje a su Facebook, ya no éramos amigos, él también había cambiado de número. Me moría de ganas por saber de él, esos días no me lo cruzaba por la calle, a pesar de ser vecinos, no dejé de pensar en él ningún día. Él me respondió el mensaje, lo hizo, fue muy corto y solo recibí un gracias, era lo más lógico. Y bueno a partir de mayo empecé a escribirle más alimentando mis posibilidades de un regreso, pero él ya no sentía lo mismo, y prefería no verme.

Ahora mantengo una conversación con él, déjenme contarles que las pocas veces que lo he visto no he evitado correr detrás de él y abrazarlo muy fuerte, no he podido. Siempre me pongo la idea de ya no insistir, pero mi corazón me traiciona y caigo en lo mismo. Derek me ha ofrecido su amistad, y la última vez que lo vi, conversamos, lloramos juntos… y él con lágrimas en los ojos me dijo que ya no sería lo mismo, yo con el corazón en la boca le pedía que no me dejara, que lo necesitaba, que me sentía muy sola sin él, y él solo me decía que todo pasa por algo, y que sí me guarda un cariño pero no el suficiente; es cierto algo que se daña no vuelve a ser lo mismo.

Ahora en la actualidad sigo detrás de él, me preocupo por él, aunque sé que va bien, aún estoy ahí.. y me he dado cuenta que las cosas se valoran en el momento, no fui buena, lo celé demasiado y lo ahuyenté, pero no hay duda de que lo amé demasiado y lo sigo haciendo. Sé que olvidarlo no podré, porque cuando amas simplemente no se puede olvidar. Si leen esto, por favor, valoren a la persona que tienen a su lado, no cometan lo mismo que yo, no sean inseguras, no esperen haberlo perdido todo para recién valorar o darse cuenta que tenían a una gran persona a su lado pero que por unos errores se fue y no regresará.